martes, 21 de septiembre de 2010

¿Por qué todo lo contrario?

Esa pregunta nos la hicimos a mediados de 2003, muchos meses antes de abrir la agencia. Y es que no queríamos hacer un negocio, queríamos hacer algo diferente, algo que nos llenara, nos hiciera felices y que, como consecuencia, se convirtiera en un negocio. Escribimos esto:

• Nunca trabajar por dinero.
Si el trabajo no nos divierte, no estamos aportando, no creemos en el producto no nos creen a nosotros, es mejor perder el cliente que perdernos a nosotros mismos.

• Trabajar para construir marcas, no para no perder cuentas.

• Respeto ante todo.
Respetar al cliente que nos paga, al consumidor que compra los productos que anunciamos y al obrero que los fabrica. Pero muy especialmente, respetarnos a nosotros mismos.

• Ser honestos.
Hacer anuncios para la marca, no para nosotros.

• Asumir nuestra responsabilidad.
Jamás excusarnos con la clásica: "así me lo pidió el cliente".

• Generar una cultura creativa.
Construir un lugar que estimule pensar diferente, dudar, cuestionar todo y experimentar siempre. Desarrollar el buen hábito de no conformarse nunca.

• Ser un buen negocio, también para los clientes.

No ser una agencia de chispazos ni "locuras".
Partir siempre de una estrategia inspiradora. Ahondar en descubrir cuál es el problema de tal forma que cuando llegue la solución, todos puedan reconocerla. Trabajar duro en el conocimiento del producto, la competencia y el mercado, antes de sentarse a pensar una idea.

• No tener un estilo.

• Pensar a largo plazo.
Hacer campañas que nos sobrevivan. Que el cliente las pueda seguir utilizando aunque ya no trabaje con nosotros.

• El dinero no genera ideas, pero las ideas sí generan dinero.
No depender nunca del presupuesto. Que la falta de este no sea pretexto para hacer un trabajo mediocre.

• Todos los clientes, todos los medios.
La gente no está sentada frente a la tele, la gente se mueve: encontrarla (gracias amigo anónimo) donde esté y cuidar todos y cada uno de los materiales, porque el mismo respeto y tiempo merece un spot de radio que una cenefa. Si lleva la marca, es importante.

• Que el activo más importante sea la gente.
Ser la agencia que paga los sueldos más altos: el económico, basado en un sueldo fijo y bonos por objetivos; el personal, una empresa apoyándote en tu vida y el profesional, ser una empresa que cree en tus proyectos, los estimula y puede ser parte de ellos.

Hoy, siete años después de haber escrito eso, veo que estos principios siguen rigiendo nuestro trabajo diario. Hay que esforzarse más para poder sentirnos satisfechos, pero lograrlo no es una meta, es el camino que nos trazamos... y es bueno saber a dónde vamos.






1 comentario:

  1. No pude evitar ver que en el punto de “Todos los clientes, todos los medios” hablas acerca de cuidar todos y cada uno de los materiales y aún así tienes un error.
    Te lo señalo.

    La gente no está sentada frente a la tele, la gente se mueve: ->encontrala<- donde esté y cuidar todos y cada uno de los materiales, porque el mismo respeto y tiempo merece un spot de radio que una cenefa. Si lleva la marca, es importante.

    ¿De qué se trata?

    ¿Ortografía? o todo lo contrario.

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